La época de verano, aparte de bridarnos un buen calor y sol durante el día, también nos ofrece la oportunidad de aprovechar el clima para darle el mantenimiento necesario a las propiedades.
En esta época la lluvia es casi inexistente, lo que favorece a los propietarios para que puedan revisar el estado del techo, de las canoas y de los bajantes del agua de lluvia.
Asimismo, se facilita el cambio de láminas de zinc o las tejas, así como el proceso de pintar los exteriores de la casa.
Otros aprovechan para hacer agregados a la propiedad, o simplemente para pintar los interiores o arreglar aquellos detalles que se pospusieron hasta que fuera verano.
Lo cierto es que no se debe desaprovechar el clima y tampoco es recomendable no darle el mantenimiento adecuado a una propiedad, ya que con el tiempo la propiedad se desgasta y después, podría ser más caro los arreglos.